martes, 25 de octubre de 2016

CRÍTICA: RIVAL SONS - "Hollow Bones" - 2016

Está más que claro que Rival Sons puede que sea la banda más en forma dentro de lo que se llama Hard Rock o Classic Rock. Una banda contemporánea, que ha crecido a cada paso que ha dado y que ha conseguido ganarse una sólida base de fans que acude a sus conciertos. Se ganó sobre todo a la crítica, que los encumbró sobre todo en UK, lejos de su USA natal. Acusados en sus inicios de ser una banda revival o incluso de sonar en demasía a los clásicos del género (Led Zeppelin y Free principalmente e incluso a The Doors) puede que por fin con "Hollow Bones" hayan encontrado su propio sonido. Las influencias de siempre siguen ahí, pero está claro que las canciones ya dejaron de ser un copia-pega del cancionero zeppeliano, añadiendo una producción un tanto más moderna y que no tiene un guiño al pasado tan descarado, cosa que empezó ya a materializarse con su anterior y magnifico trabajo "Great Western Valkyrie". Quizás su anterior trabajo fuera más completo, mejor e impactara más, pero creo que con "Hollow Bones" han terminado por sellar su música con su propia personalidad.

Suenan más actuales e incluso lisérgicos en temas como "Thundering Voices", con ese hipnótico y etéreo estribillo, el cual flota en tu cabeza después de un poderoso riff y con  el vocalista Jay Buchanan poniendo todo patas arriba. Cortes más clásicos y enérgicos como "Baby Boy" y la inicial "Hollow Bones Pt.1" no hacen más que confirmar la compenetración de una banda que cuenta con un Scott Holliday a la guitarra, que se adapta con una facilidad pasmosa a diversos registros, teniendo en su haber numerosos trucos, licks y riffs como para llenar él solo las pistas del estudio de grabación. Me encanta esa guitarra llena de ecos, sonando moderna y añeja a la vez. Y eso se puede comprobar en la que quizás sea mi canción favorita del álbum, la tremebunda "Pretty Face", que suena misteriosa, desgarradora y poderosa. Me recuerda a unos Jefferson Airplane totalmente anfetaminados. Con Holliday calculando el momento justo en que la guitarra debe sonar comedida y en la que aventuras que es lo que va a suceder a continuación, y simplemente es que en el estribillo te abre en canal. Lo misma sensación me produce escuchar a la base rítmica en la balada de corte blues "Fade Out", donde concretamente Mike Miley emula a John Bonham con esos redobles aportando el dramatismo e intensidad que el tema requiere en su parte final. "Black Coffee" no deja de ser una excelente versión del clásico de Humble Pie, pero que quizás desentone un poco en el contexto del álbum. Me hubiera gustado que hubieran puesto en su lugar algún tema propio más, ya que el álbum es un tanto corto (9 canciones) como para andar incluyendo versiones. En "Tied Up" sacan a relucir su vena soulera más negroide y oscura.  Buchanan como siempre, incomensurable. Manejando los tiempos a su antojo. Entonando perfectamente con esa voz vigorosa llena de alma. Y donde ya se sale es en la épica "Hollow Bones Pt. 2" donde hace de todo. Un tema que es el mejor ejemplo de a dónde están llevando Rival Sons su propio sonido, cogiendo sus clásicas influencias y llevándolas un poco más allá, sonando directos y sugerentes a la vez, con los músicos sacando lo mejor de sí mismos, cobrando especial importancia el bajo de Dave Beste que dirige toda la canción. Y Buchanan...qué decir de uno de los mejores vocalistas que hay actualmente. Es tremenda la seguridad con la que canta el tipo, sonando suave y susurrando mientras mantiene la intensidad de la canción, luego te levanta con esa firmeza y arrogancia en su voz...tremendo.



Rival Sons se confirma como una de los grupos más importantes del Classic Rock, aportando aire fresco y renovando una escena que en los tiempos que corren, totalmente copada por reuniones de bandas gloriosas de hace 20 o 30 años, es de agradecer. Y más, si como es el caso, tratan de encontar su propio sonido.


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