jueves, 25 de septiembre de 2014

HIJOPUTAS HIT PARADE: El hombre que amaba a su móvil

Es el mayor mal que sufre la humanidad en los últimos años. La dependencia y esclavitud al teléfono móvil. Recuerdo cuando salieron los primeros a finales de los 90. "Eso es de pijos. El que me quiera llamar, que me llame a casa" decía yo por aquel entonces. En menos de 2 años ya tenía uno. Pero lo que antes era simplemente para llamar ahora puedes hacer cualquier cosa con un bicho de estos. Desde leer un tebeo, a comprar por Internet, jugar a un videojuego o ver una película. Y así, andamos tontos perdidos. Desde gente que va andando por la calle sin levantar la cabeza o gente que se enfada porque no has contestado a un miserable wassap. Con lo fácil que es llamar...a mí escribir en semejante rectángulo minúsculo me pone más que nervioso. Lo peor de todo es la sensación de que me pierdo todo lo que pasa a mi alrededor. Cada vez que me meto en el oscuro mundo del wassap es como si entrara en un túnel y obviara todo lo demás. Procuro no prolongar mucho las conversaciones, es algo tedioso.

Como os he dicho antes, no me gusta perder la noción de lo que pasa a mi alrededor. Supongo que mi mujer se debe estar tronchando con esto...me dirá que es exactamente lo que pasa cuando veo al Real Madrid por la tele...y ahí no me quejo. Lleva razón...para lo que queremos, no nos quejamos. ¡¡Pero es que el móvil me pone nervioso!! Yo prefiero observar a la gente en el tren antes que andar con la cabaza baja mirando un rectángulo e intentando escribir con un dedito. Otra vez mi mujer se ríe porque sabe que muchas mañanas hago lo mismo con una tablet leyendo tebeos del Capitán América. Pero es perdonable porque la tablet es más grande y el Capitán América directamente es Dios. Si estuviera pendiente del móvil me perdería especímenes como el que os voy a relatar.

adiccion
A este paso, nuestros nietos y bisnietos sufrirán una transformación en su anatomía. Tendrán cuellos rígidos.
Al tipo prácticamente le veo a diario. Es una persona rígida pero con un estómago moldeable. Rígido porque el cuello lo tiene completamente recto en un ángulo de 45º mirando su móvil y el estómago moldeable porque estoy seguro de que hace 15 años no parecería Manolo el del Bombo, pero con bombo debajo de la camisa. Vamos, que parece que está embarazado. Siempre, siempre que le veo el ángulo que hace su cuello con su cuerpo jamás varía. Debe de sufrir unas tortícolis tremendas, porque nadie debe aguantar en esa posición durante tanto tiempo. Además, ha debido de desarrollar un sexto sentido para andar por la calle, montarse en el tren y demás sin sufrir un accidente porque jamás levanta la cabeza. El tio debe ser como Daredevil. Y cuando lo veo...me pregunto...¿qué coño estará viendo? Pues de todo, madre mía. Si le quitan el móvil a este tío se le debe caer el mundo encima. Le he visto en chats, jugando a juegos de estrategia, al póker, viendo videos reales de campeonatos de póker, en facebook. Pero bueno, no le culpo. Peor fué cuando ví a uno que a primera hora de la mañana estaba viendo un programa de Punto Pelota en la tablet. A Tomás Roncero concretamente. Hay que tener valor, porque si lo véias por la noche, a las horas que lo echan, estás ya muerto de sueño y digamos que estás como un poco anestesiado para escuchar memeces, pero a primera hora....hay que tener valor.

De verdad, que pena.

Lo que me sorprende de este tío es que no use gafas. Cualquier persona que fije su vista en semejante menudencia de pantalla durante tanto tiempo se debe de quedar ciego. Yo llevo gafas constantemente por culpa del ordenador. No me puedo creer que a este tipo no le afecte la vista. Volvemos pues a la hipótesis de que es como Daredevil. Mierda, no es creíble porque Daredevil es ciego. Dejémoslo en que come muchas zanahorias. Me pregunto si cuando llega a casa habla con su mujer o ésta le prohíbe el móvil. Está casado porque lleva un anillo. Al no ser que sea un freak, que también puede ser. Pero no, está casado y con hijo. El otro día me sorprendió porque bajé a la feria que ponen en las fiestas al lado de mi casa y le ví. Ví (oh, sorpresa) que sus manos estaban ocupadas llevando un carro de niño. E incluso ví que no tenía el cuello rígido...¡¡si hasta se reía hablando con un amigo!! Pensé...el tío es humano, es capaz de relacionarse, de mirar al frente. El lunes por la mañana estaba con el móvil otra vez. Sin levantar la vista. El cuello duro. Su mundo reducido a 4'8 pulgadas de pantalla en un smartphone.

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