viernes, 4 de marzo de 2016

OPINIÓN: La reunión de Guns N' Roses

"Me encantan Guns N' Roses. Es un hecho. Lo que jamás entenderé es que cada vez que Axl Rose va al baño, todo el mundo tenga que hablar de ello". Lars Ulrich, 1990.

Y efectivamente, así ha sido siempre desde que allá por 1988, "Appetite For Destruction", el legendario debut de la banda se alzara con el nº1 del Billboard, catapultado por el single "Sweet Child O'Mine". Todo el mundo conoce la historia de Guns N' Roses, tampoco nos vamos a extender en ella. Ríos de tinta han corrido relatando la historia de una banda que surgió de las calles más infestas de Hollywood, alcanzaron el extrellato masivo, y en una ola de éxito, excesos y autodestrucción se desintegraron tan fugazmente como emergieron en 1993. Tras las salidas escalonadas de los miembros más carismáticos, del fuego cruzado de declaraciones descalificativas, biografías, discos y giras con numerosos mercenarios y una fortuna gastada por Axl Rose para realizar un sólo disco que tardó 15 años en engendrarse, se ha realizado el sueño húmedo de millones de fans: la ansiada gira de reunión.

A partir de ahí, vivimos un continuo revival de finales de los 80 y principios de los 90, donde a cada paso que la banda da, surgen numerosos rumores, que disparatados o no, no hacen más que incrementar el aura de expectación que semejante noticia ha causado en el panorama musical. Porque seamos claros, desde su desaparición, no ha surgido una banda más gigantesca, mediática, excesiva y polémica que aquellos Guns N' Roses que arrasaron todo a su paso hace más de 25 años.

No lo puedo negar...estoy realmente excitado, nervioso y ansioso por ver qué va a suceder en las próximos meses y sobre todo en esos primeros conciertos programados. También es cierto que tengo mis serias dudas de que todo esto vaya a buen puerto. Lo primero es que el carácter de Axl Rose (ese ser tan imprevisible y volátil) puede estallar en cualquier momento. Ya es un paso que haya enterrado el hacha de guerra que le mantenía alejado de Slash, el otro líder carismático de la banda. No estoy muy seguro de que todo este circo que se ha montado no salga volando por los aires de la noche a la mañana, todo depende de con que pie se levante el pelirrojo. Supongo que el poder del dinero, lamentablemente, será el pegamento que una a la banda durante todo este tiempo y veremos hasta cuándo. Porque no nos engañemos, esa es la verdadera razón de tan ansiada reunión. Y si no, ¿a qué vienen 3 millones de dólares de caché por concierto? Haced cuentas, el negocio es redondo.



También se nos ha vendido esta reunión como la que tras mucho tiempo, volverán los miembros originales a compartir escenario. Y es cierto, pero a medias. Es estupendo que Axl, Slash y Duff McKagan vuelvan a tocar juntos "Welcome To The Jungle" o "You Could Be Mine", pero esta reunión está coja sin la participación de Izzy Stradlin, uno de sus miembros más importantes en el engranaje de la banda. De hecho, su espantada en 1991 es el principio del fin de Guns N' Roses en su etapa de máximo esplendor, justamente antes de la publicación de los "Use Your Illusion". Su presencia daría a la gira un chute de credibilidad que ahora mismo adolece, a pesar de lo que supone que Axl y Slash estén juntos en el mismo barco. Estamos hablando de una pieza clave en la composición de unos temas legendarios, e incluso en el escenario. Es lo mismo que le ha pasado a AC/DC con la ausencia de Malcolm Young. Puede que Axl y Slash sean sus activos más mediáticos, pero Izzy era el arma secreta. Por desgracia, su falta de ambición o su amor a una vida más calmada (cosa que no le culpo, porque aguantar a Axl tiene que desgastar mucho) van a hacer que no se suba al barco. Probablemente su lugar lo ocupe Richard Fortus, quizás el miembro más válido de las últimas formaciones que ha tenido la última versión del grupo. De la batería a día de hoy tampoco tenemos noticias. Dudo mucho que se arriesguen a llevar a Steven Adler, por lo poco fiable que puede ser que una persona haya sido fiel a sus adiciones, máxime cuando ése fue el motivo de la expulsión de la banda, sea capaz de aguantar semejante presión. Y creo que Matt Sorum no entra en las quinielas, vetado por Axl, que recordemos, es el único dueño legal del nombre de la banda. Curiosamente, tanto Slash como Duff, que tendrán una remuneración de ensueño, no dejan de ser meros músicos a sueldo dentro de Guns N' Roses, a pesar de que son miembros fundadores.



El estado de forma también es preocupante. Las últimas imágenes de Slash o Axl dan mucho que pensar (todo lo contrario que Duff McKagan, con una imagen envidable). Espero que estén a la altura de las circunstancias y que sean conscientes del momento histórico que están a punto de protagonizar. La comparación con sus peligrosas e incendiarias actuaciones de sus primeras giras puede jugar una mala pasada si descuidan este aspecto, a pesar de que todos sabemos que los años no pasan en balde.

Deseo que vuelvan a dominar el mundo, pero también sé que el negocio ha cambiado una barbaridad en los últimos 25 años, y que nada será como antes. Probablemente seamos testigos del canto de cisne de una época irrepetible, una mera gira nostálgica que llenará sus bolsillos. Porque hay que ser muy inocente para creer que esto va a tener longevidad o que incluso se atrevan a meterse en el estudio a grabar nuevas canciones. No, no lo creo, pero por Dios...ojalá me equivoque.