
Suede están viviendo una especie de segunda juventud muy productiva desde que decidieron reunirse para una gira en 2011. Gracias a esa unión en el escenario, toda la maquinaria de Suede se puso en marcha y permitió que aflorara todo el talento que tienen dentro en forma de nuevas canciones. En 2013 publican "Bloodspots", un álbum que nos traía de vuelta a una nueva versión de Suede que perfectamente podría haber sido una continuación de su exitoso "Coming Up", Un disco corto, con canciones directas, para nada complicadas, avaladas con un single perfecto pero que se publicó en una era equivocada ("It Starts and Ends With You" hubiera arrasado a mediados de los 90). Un buen disco, que confirmaba que Suede estaban en muy buena forma, pero que no reflejaba la madurez y el asentamiento que han demostrado en este nuevo "Night Thoughts".
Quizás la imagen que tenga el público en general de Suede era la de aquellos jóvenes andróginos que cantaban sobre banalidades y el "carpe diem" en canciones tan inmediatas como "Animal Nitrate" o la mayoría de singles de "Coming Up". Pero la mayoría de sus fans nos quedamos con el dramatismo y la melancolía de "Dog Man Star", su indiscutible obra maestra. Se ha dicho que "Night Thoughts" es equiparable a "Dog Man Star". No está nada desencaminada esa teoría, aunque como siempre digo, es absurdo comparar trabajos del mismo grupo, ya que están realizados en diferentes contextos y periodos de tiempo. Lo único que puedo decir es que la inspiración de Suede está a pleno rendimiento y han conseguido cuajar un verdadero álbum, donde a diferencia de "Bloodspots" todas sus canciones no destacan por tener un single claro (aunque "No Tomorrow" o "Like Kids" sí que son más que radiables), sino que han buscado un nexo de unión, con canciones claramente destinadas a formar parte de un todo, donde cada una de ellas es indispensable para afrontar la siguiente.
Oportunidades perdidas, cantos a una juventud que ya no volverá, todo forma parte del camino al que nos lleva Brett Anderson como vocalista, haciendo además un trabajo vocal que forma parte desde ya de sus mejores interpretaciones. Intimista, épico, dramático...para nada ha perdido su voz y encanto, la ha enfatizado y mostrado como hacía tiempo que no hacía. La producción de Ed Buller es majestuosa, con ese tono oscuro, lleno de ecos y sonoridades grandilocuentes que no son gratuitas, sino que lo hace para incrementar la emoción que supone escuchar un álbum de este calibre, tan bien hecho, tan lleno de detalles con una elegancia desbordante. Y qué decir de la guitarra de Richard Oakes...que no hace falta que un músico toque heavy metal o rock pesado para que suenen hirientes, cortantes y con sentimiento. La elegante distorsión que utiliza en "No Tomorrow" eleva el irresistible estribillo, los arpegios a lo Jhonny Marr de The Smiths hacen de "Outsiders" una de sus mejores composiciones y con su trabajo tanto a nivel de composición como de interpretación en "I Don't Know How To Reach You" puede mirar de tú a tú al siempre legendario anterior guitarrista de la banda, Bernard Butler. Que gran canción se marcan Suede aquí. Desde ese inicio misterioso, pausado, para ir elevándose en un tremendo in crescendo y terminar por todo lo alto, con la banda al completo poniendo un colofón enorme en plena catarsis instrumental. Y si tan importante ha sido la contribución de Oakes y Anderson, lo mismo se puede decir Neil Odling, cuya firma aparece en la mitad de temas del álbum, que con sus teclados y arreglos orquestales han llenado de épica unas canciones para degustar a fuego lento, con tranquilidad para saborear todos los detalles.
Resumiendo, el nuevo disco de Suede deja más que satisfecho a sus viejos fans, aquellos que se derretían escuchando "The Wild Ones" o "We Are The Pigs", e incluso a los que se subieron al carro de la mano de "Trash" o "Animal Nitrate". No porque sus nuevas canciones tengan reminiscencias de épocas gloriosas pasadas (que las tienen) sino porque el nivel compositivo sí que se acerca bastante a ese listón. Y eso después de muchos años de silencio y dejar tras de sí unos discos un tanto vacíos, se agradece. Suede han vuelto para quedarse.


